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El 30 Jul 2018 8:00 AM

Esta intervención, que lidera la Oficina de la Ribera de la sociedad pública Nasuvinsa, recuperará para la ciudad el histórico emplazamiento de Coscolín y servirá de palanca para la rehabilitación y regeneración urbana de todo el entorno, ubicado en pleno corazón del Casco Antiguo de Tudela, junto a la Plaza Vieja, la Catedral y la Casa Consistorial.


El vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, Miguel Laparra; el alcalde de Tudela, Eneko Larrarte; el director gerente de Nasuvinsa, José Mª Aierdi; así como Francisco Blasco, integrante del equipo adjudicatario, han presentado y explicado el proyecto urbanístico que viene a suponer el primer paso en la transformación del ámbito Horno de Coscolín. Esta intervención era una necesidad y un viejo anhelo en la capital ribera desde que el Ejecutivo foral y el Ayuntamiento tudelano lo contemplaran por primera vez en un convenio firmado en marzo de 2000, aunque desde entonces no se había acometido ninguna actuación. 


El plan denominado ‘Sopas de pan’ –en un guiño simbólico al viejo horno- propuesto por el estudio Blasco Esparza Arquitectos, ganador del concurso de ideas convocado por Nasuvinsa y al que también habían concurrido otras tres ofertas, se caracteriza por la creación, urbanización y desarrollo de una nueva plazuela en el Horno de Coscolín de Tudela, en torno a 1.000 metros cuadrados de espacio público, que estará conectada con el resto del Casco Antiguo a través de dos pasajes y otros dos accesos peatonales, uno por cada orientación desde la Plaza Vieja y las calles Portarrón, San Antón y Mediavilla.


Urbanización conjunta del nuevo espacio y la Plaza Vieja


La propuesta arquitectónica ganadora, que se centra en la reurbanización de este espacio y de la Plaza Vieja colindante, contempla la construcción de cuatro edificios con un total de 25 VPO -16 viviendas en el inmueble principal y 3 en cada uno de los otros dos- y 5 locales de uso comercial o dotacional en planta baja, así como un parking subterráneo con 40 plazas de garaje y otros tantos aparcamientos para bicicletas. 


Nasuvinsa promoverá vivienda pública en la veintena de viviendas que contempla la propuesta, distribuidas en apartamentos de una o dos habitaciones, idóneos para personas jóvenes, lo que contribuirá a dinamizar el entorno, y cuyo destino se dividirá prácticamente al 50% entre el régimen de alquiler y compraventa. 
En cualquier caso, el concurso convocado por la sociedad pública de vivienda y urbanismo del Gobierno de Navarra -adjudicado al citado equipo tudelano por 208.000 euros- primaba fundamentalmente la propuesta urbanística sobre los aprovechamientos residenciales y buscaba diseñar un plan de recuperación y reordenación del ámbito del Horno de Coscolín que favorezca su integración en el tejido urbano, genere actividad y actúe de palanca de regeneración de todo este entorno, actualmente una zona degradada y en estado de abandono.


Apuesta por la rehabilitación y el urbanismo compacto


Durante la exposición de la propuesta adjudicataria realizada hoy en la nueva Oficina que Nasuvinsa acaba de abrir en Tudela, el vicepresidente Miguel Laparra ha explicado que este proyecto “responde perfectamente al giro que el Gobierno de Navarra y su sociedad pública Nasuvinsa han imprimido a sus políticas de vivienda y urbanismo para apostar por la rehabilitación de edificios y un desarrollo urbano compacto y sostenible que, como alternativa a las grandes expansiones con ocupación de nuevo suelo, contribuya a recuperar y cohesionar la ciudad consolidada”.


En este sentido, el vicepresidente y titular de Vivienda del Gobierno foral ha añadido que “después de tantos años de inacción, resultaba urgente intervenir en el Horno de Coscolín para restaurar y recuperar el tejido urbano en esta suerte de agujero negro que teníamos en pleno Casco Histórico de Tudela, que durante los últimos años había entrado en un preocupante proceso de deterioro y degradación urbana y que bloqueaba otras actuaciones de rehabilitación”.


Asimismo, Laparra ha destacado que la gestión de Nasuvinsa –sociedad que en sus presupuestos de este año ya ha adelantado 1 millón de euros para el desarrollo del Horno de Coscolín- ha garantizado la viabilidad económica de la operación, que no ocasionará pérdidas para las arcas públicas. Del coste total de la inversión, que ascenderá a unos 3 millones de euros -2,3 millones en construcción, otro medio millón del parking y 185.000 euros de urbanización-, aproximadamente la mitad se cubrirá con la previsión de ventas y el resto se irá amortizando con los ingresos de alquiler, de acuerdo con un plan de viabilidad que ha considerado precios reales de mercado.

Horno Coscolin.pdf        Horno Coscolin2.pdf